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La Volteretas se confiesa

La Volteretas :D

01 Agosto 2024 Volver a Historias

La Volteretas

HBuenas tardes, chicos tengo un poco mas de 20 años, soy una joven de pueblo, y en esta oportunidad me hare llamar “La Voltereta”, a continuación, les voy a compartir un secreto o recuerdo que lamentablemente siempre lo tengo presente y me da mucha pena cuando regresa a mí, quisiera sepultarlo para siempre, espero por lo mismo liberarlo y que nunca mas regrese, aun cuando sea anónimamente, ya que en vida jamás lo compartiré con nadie.
- Anónim@

Buenas tardes, chicos tengo un poco mas de 20 años, soy una joven de pueblo, y en esta oportunidad me hare llamar “La Voltereta”, a continuación, les voy a compartir un secreto o recuerdo que lamentablemente siempre lo tengo presente y me da mucha pena cuando regresa a mí, quisiera sepultarlo para siempre, espero por lo mismo liberarlo y que nunca mas regrese, aun cuando sea anónimamente, ya que en vida jamás lo compartiré con nadie.

Cuando tenía 16 años, conocí a un chico que venia de vacaciones al pueblo, lo veía siempre por la ventana del patio de mi casa, ya que colindaba con la de sus familiares, era muy lindo, obvio de ciudad, otro estilo, su ropa, su olor, su peinado, la música que escuchaba, era todo lo distinto a los jóvenes del pueblo, a los que acostumbraba a ver a diario. Yo una lolita bien desarrollada, también tenía lo mío a esa edad, tenia bastantes pretendientes, pero nunca les daba el lado, no me gustaba ninguno, solo tenia mis ojos puestos en ese chico de ciudad jajaja, recuerdo que ese verano lo conocí por un compañero de colegio con el que compartían, también vecinos, ellos jugaban a la pelota, mientras yo los observaba todo el partido, no pasaba nada entre nosotros, pero hablamos arto, salíamos en grupo, caminábamos, reíamos, etc.

Antes de que acabara el verano, hicimos una fiesta de despedida, disfrutamos arto, bailamos mucho rato durante la noche y como la pasamos tan bien nos compartimos los números deteléfono, hasta ahí nada más ocurrió.

Al día siguiente se regresaba a su ciudad natal, si bien seguimos en contacto durante varios meses, no había nada fuera de lo normal, hasta creo el pololeaba, por lo mismo nuestra relación por mensajería era como amigos de verano, hasta que un día de diciembre si mal no recuerdo, estábamos cercanos a la navidad, me hablo y estaba muy triste, me comento que tenía polola, llevaban junto un poco más de un año y ella lo había engañado la noche anterior a la que hablamos, en un carrete, así le decían ellos a las fiestas.

Lo sentí muy bajoneado, me decía que estaba con muchísima pena, porque había quedado sin polola y sin un amigo, ahí me enteraba que esa mujer había sido una chueca con mayúscula, pero lo mejor es que ya se acercaba nuevamente el verano y me había confirmado que viajaría de regreso al pueblo para distraerse y olvidar esa mala experiencia. Hasta que llego el día, me acuerdo muy bien, que nos juntamos esa misma noche, nos abrazamos intensamente, y desde ese momento, algo raro ocurrió, nuestra relación se volvió mas cercana, empezamos a pasar más tiempo juntos a solas, salíamos a caminar de la mano, nos abrazábamos, era divertido, pero yo sabía que el venia saliendo de una relación amorosa con un final triste, pero debo confesar que lo encontraba tan lindo, me gustaba mucho y se me hacía tan difícil no querer besarlo.

Creo que con mis 17 años , ya quería explorar más allá de un beso, sentía una fuerte atracción por él, por lo mismo una noche en una plazoleta, estábamos en un columpio conversando y nos abramos , nos miramos y se me acerco lentamente, para juntar sus labios con los míos, estábamos ahí, yo tiritando, pero no quería embarrarla, fueron segundos interminables, hasta que aprieta mi boca contra la del y siento su lengua que entra en mi boca, ahí no aguante mas y lo bese con fuerza, como queriendo proyectar las ganas locas que tenia de hacerlo. Nos besamos mucho mucho mucho rato, esa noche me entre con los labios hinchados.

Ese verano fue el inicio de una hermosa relación, la pasamos juntos todos los días de vacaciones, días, tardes y noches intensas, nos hicimos el amor en cada momento y lugar que podíamos estar juntos a solas, para mi era mi primer hombre, era maravilloso. Pero como todo cuento de princesas, debía acabar en algún minuto, obvio llego el día en que se debía regresar a su casa. Me las lloré todas, lo extrañaba a mil, los días, semanas, meses, eran infinitos, no pasaban nunca, no quería nada, solo estar encerrada esperando que pasara el año y vernos nuevamente, hasta que un día me empecé a sentir mal, náuseas, mareos, vómitos, para mi estaba claro, síntomas de embarazo, mas mi retraso que me tenía algo nerviosa. Fui a la farmacia con una amiga, compramos un par de test y la respuesta era obvia, estaba embarazada de mi amor, tena un sentimiento encontrado, era raro, como que estaba feliz y a la vez triste, me sentía aun una niña, pero también sentía que mi guagua era de ese hombre que amaba. Comencé un periodo bien fuerte, no sabia que hacer, me las lloraba todas, mis padres pensaban que era por aquel chico, pero en realidad era una mezcla de cosas que nadie más sabia, solo esa amiga que me acompaño a la farmacia. No sabia que decirle a mi amor, no sabia si contarle, el estaba al igual que yo partiendo una nueva etapa de estudios universitarios, veía que todo se me venia encima, todo difícil, me sentí a ratos muy sola, hasta que tome una decisión equivocada, desde el miedo , la inmadurez, la soledad, se me paso por la cabeza hacer algunas cosas que podrían atentar contra mi condición de embarazo, y lo digo con mucha vergüenza, pero gracias a Dios, no logre concretar nada de lo que había pensado, solo que un día me caí accidentalmente y rodé un par de vueltas por una pequeña montañita, por eso mi apodo, pero nada que me hiciera perder mi bebe. A la fecha mi guagua ya está grande, sanito, hermoso igual a su padre, hemos sorteado cada una de las dificultades de ser padres tan jóvenes, nos mantenemos juntos y este secreto nunca en la vida se lo podría compartir a absolutamente a nadie. Una de las mejores decisiones que tome después de un periodo oscuro, fue contarles a mis padres, recibir su apoyo, contarle al padre de mi bebe y liberar ese peso que tenia y estaba llevando en silencio y sola. LO mejor es confiar en la red de apoyo y no imaginar y pensar en hacer cosas equivocadas.

Saludos